domingo, 25 de mayo de 2014

La gran paradoja ¿ayuda la obesidad a los diabéticos tipo 2 en la tercera edad? (Parte 1).

Un estudio reciente ha encontrado que los adultos mayores que están pasados de peso y que tienen diabetes tipo 2, han mostrado una tasa de mortalidad menor a la de los jóvenes con la misma enfermedad y menor peso Aquí te contamos más detalles sobre este hallazgo.

La obesidad y la diabetes no son buenas compañeras. Por el contrario, considera que la obesidad puede causar diabetes tipo 2. Por eso los médicos siempre aconsejan llevar una dieta balanceada y saludable (evitando las golosinas, las harinas refinadas y limitando la cantidad de grasa y la sal, entre otras cosas) acompañada por una rutina de ejercicios que te permita mantenerte en forma y de ese modo cuidar tu cuerpo y tu salud.

Sin embargo, un estudio reciente ha encontrado que en algunos casos la obesidad no se llevaría tan mal con la diabetes. Se trata de los adultos mayores que están excedidos en peso y que tienen diabetes tipo 2, que al parecer han mostrado una tasa de mortalidad menor a la de los jóvenes con la misma enfermedad metabólica (diabetes tipo 2) y con menor peso.

 Recuerda que la diabetes tipo 2 es una enfermedad metabólica, ya que afecta al metabolismo (un conjunto de procesos físicos y químicos que ocurren en las células, que convierten los nutrientes de los alimentos en la energía necesaria para que el cuerpo cumpla sus funciones vitales). Se produce cuando el cuerpo, o no produce suficiente insulina, o no responde en forma adecuada a la insulina (tiene resistencia a la insulina que produce). La insulina, es la hormona que ayuda a que la glucosa (el azúcar) que se encuentra en la sangre pueda entrar en las células del cuerpo, para que la utilicen como fuente de energía. Por eso la diabetes (cuando está descantillada) se caracteriza por niveles elevados de glucosa en la sangre.

Una de las primeras recomendaciones que se les da a las personas a quienes se les diagnostica diabetes tipo 2, es modificar su dieta y adoptar un estilo de vida más activo, entre otras cosas para controlar y evitar el sobrepeso. Sin embargo, a la luz de este nuevo y paradójico hallazgo, los investigadores de las Universidades de Hull y York, en Inglaterra, consideran que, o bien la diabetes es diferente en los adultos mayores, o bien la obesidad podría tener cierto efecto protector en la tercera edad.
Fuente: Vida y Salud.
Gráfico: vidaysalud.com


viernes, 23 de mayo de 2014

Las frutas dulces y la diabetes.

Si tienes dudas sobre si debes o no comer frutas dulces por ser diabético o diabética, es hora de que las despejes. Lee esto antes de dejar de comer ese delicioso mango solamente por tus sospechas de que puede ser perjudicial para el control de tu diabetes.

Tener diabetes por lo general se asocia con que no debes comer cosas que sean muy dulces. Por eso, he tenido pacientes que han llegado a preguntarme si deben dejar de comer un mango o una manzana porque les han dicho que su contenido de azúcar no es bueno para los diabéticos. Esto es un mito, o una leyenda, o en pocas palabras, algo que no tiene evidencia científica.

¿Quieres saber por qué? Si bien es cierto que algunas frutas contienen mucha más azúcar que otras (fructuosa), eso no las descalifica para que puedas disfrutarlas porque tienes diabetes. ¿No es esa una buena noticia?.

Resulta ser que estudios científicos han demostrado que la cantidad total de carbohidratos que consumes afecta los niveles de glucosa en la sangre, mucho más que otros factores como de donde obtienes tus carbohidratos o si esa fuente es una harina o un azúcar. Es decir, al final, importa más el total de carbohidratos que consumes, que si los carbohidratos provienen de una manzana, un pan o un plato de espaguetis (desde luego que siempre los granos integrales son más saludables). Obviamente el tamaño de la porción es importante y no estamos hablando de comidas chatarra.

Para poder disfrutar de las frutas sin estresarte porque estas afectando tus niveles de glucosa en sangre de manerea descontrolada, es ideal saber que una porción de frutas ideal para los diabéticos debe contener solamente 15 gramos de carbohidratos. Así que la ecuación es simple:  Si comes una fruta baja en carbohidratos, vas a poder comer una porción más grande. En cambio, una fruta con alto contenido de hidratos de carbono reune esos 15 gramos en una porción más pequeña.

El dilema entonces no gira alrededor de cuál fruta vas a comer, sino de tratar de que la porción no exceda los 15 gramos, para que tenga exactamente un efecto similar en tu nivel de glucosa en la sangre.

Pero ¿cómo saberlo? Parece demasiado matemática sólo para disfrutar de una rica fruta. Así que aquí te damos una guía para que puedas empezar a aplicarlo a tu dieta diaria de una manera segura para tu diabetes.

Las porciones de fruta que contienen 15 gramos de carbohidratos, ideales para los diabéticos son:

1/2 banana (plátano)
1/2 taza de mango picado.
1/4 taza de sandía.
1/4 taza de fresas.

Si tienes más dudas al respecto, puedes consultar con tu médico y/o con tu nutricionista. Así sabrás con mayor precisión cuáles son las frutas que puedes disfrutar, para no alterar el control de tu diabetes.
Fuente: Vida y Salud.
Gráfico: guía-actual.com

lunes, 19 de mayo de 2014

Guía rápida para saber qué hacer cuando tienes diabetes y te enfermas (Parte 3).

¿Qué debes hacer con respecto a los medicamentos para la diabetes?

Los debes seguir tomando, aunque tengas vómitos y/o diarrea. Si tienes diabetes tipo 1 seguramente tu médico te recomendará que aumentes la dosis de insulina. Si tienes diabetes tipo 2, debes seguir tomando tus medicinas y quizá debas usar insulina mientras te recuperas. Esto te lo indicará tu médico en detalle y de acuerdo a tu caso. Por eso, es importante planear con anticipación.

¿Qué medicamentos pueden resultar perjudiciales?.

Muchos medicamentos para las enfermedades como la gripe, pueden afectar los niveles de glucosa en tu sangre, incluso aunque no contenga azúcar. Sin embargo, es muy importante que si vas a tomar por ejemplo, un jarabe para la tos, leas cuidadosamente la etiqueta para asegurarte de que no contenga azúcar (como sacarosa, dextrosa, fructosa, lactosa o miel) y que no contengan alcohol. Puedes tomar medicinas para la fiebre como el acetaminofén (tylenol y aspirina), pero ten precaución en la dosis si tienes problemas con los riñones. Lo mismo se aplica a los antiinflamotorios como el ibuprofén (motrin, advil, aleve) y a algunos antihistamínicos como el allegra. Si tienes dudas, puedes consultar con el farmacéutico o llamar a tu médico para saber cual te recomienda. Ten en cuenta que existen algunos medicamentos que no contienen azúcar, como ciertos antibióticos que también pueden actuar en contra, pues pueden bajar los niveles de la glucosa en la sangre.

Los medicamentos como los descongestionantes (como pseudoefredrina, fenilefrina) pueden disminuir el efecto de la insulina y de algunas medicinas para la diabetes, además de que pueden subir la presión arterial. Por eso es importante que consultes con tu médico antes de tomarlos. Están contraindicados si tienes hipertensión.

¿Qué debes comer?

Trata de seguir el tipo de alimentación que sigues normalmente. Si tienes vómito o diarrea, debes mantenerte hidratado(a) tomando líquidos que no contienen calorías como el agua o las sodas de dieta. La hidratación es clave para evitar que las cetonas se acumulen en la sangre.

Si te sientes tan mal que no te dan ganas de comer, puedes consultar con tu médico para saber cómo alimentarte. Trata de mantener tu consumo de calorías como lo harías normalmente, pero comiendo alimentos que son fáciles de digerir para el aparato gastrointestinal como; (galletas de soda), sopas y caldos, etc.

De cualquier modo, consulta con tu médico acerca de la dieta que debes seguir si tu cuerpo no tolera la comida para que tu diabetes no se descontrole. En algunas ocasiones, será necesario que vayas a emergencia o urgencias para que te atiendan y te den suero (o sea, un líquido) por vía intravenosa (en la vena) para evitar que te deshidrates.

Extrema el cuidado de tu diabetes en la temporada de gripe o si alguien se enferma en la familia. Evita el contacto con personas enfermas, lávate frecuentemente las manos y vacúnate contra la gripe  o influenza cada año para aumentar tu protección.

Si todavía no te has vacunado, no pierdas tiempo. Mantente informado y sigue las indicaciones de tu medico para que puedas controlar tu diabetes y protejer tu salud.
Fuente: Vida y Salud.
Gráfico: vidaysalud.com

sábado, 17 de mayo de 2014

Guía rápida para saber qué hacer cuando tienes diabetes y te enfermas (Parte 2).

Si tienes diabetes tipo 2, especialmente si estás en la tercera edad, también estas en riesgo de esdarrollar un coma si te enfermas, pero el tipo de coma en este caso, es el llamado coma hiperosmolar hiperglucémico no cetósico, (aunque este tipo de coma  también le puede ocurrir a las personas con diabetes tipo 1). En el coma hiperosmolar hiperglucémico no cetósico, el cuerpo trata de eliminar el azúcar por la orina (ya que sube demasiado en la sangre) y causa sed, frecuencia para ir al baño inicialmente y una gran deshidratación, hasta que la orina se vuelve  muy concentrada, puede haber convulsiones y se puede entrar en coma. Ambos tipos de coma son peligrosos. En ambos casos, hay que actuar de inmediato, debes de informarle a tu médico para que recibas atención lo más rápido posible, pues los niveles de cetonas son elevados, pueden intoxicar tu cuerpo y poner en riesgo tu vida.

¿Cómo puedes prevenir este tipo de situaciones? Planea con tu médico de antemano, especialmente si tienes diabetes tipo 1, cuántas veces debes medir tu glucosa y las cetonas en la orina, cuales síntomas deben alertarse y cuando debes llamarlo(a), cuales medicamentos te recomienda y qué debes comer. Así la enfermedad no te tomará con la guardia baja y podrás evitar poner en peligro tu salud. Toma nota:

¿Cuantas veces debes medir los niveles de glucosa en tu sangre y las cetonas en tu orina?

Sin duda alguna, con más frecuencia de lo normal. Si tienes diabetes tipo 1, generalmente se recomienda, cada 4 horas. Si tienes diabetes tipo 2, generalmente debes revisar tu glucosa y tus cetonas cuatro veces al día. Presta atención a los valores (anota) y consulta los resultados con tu médico.

¿Cuáles síntomas debes observar de cerca y cuándo debes llamar a tu médico de inmediato?

Si tienes vómito y diarrea por más de 6 horas.

Si has tenido fiebre por dos días y no te sientes mejor.

Si tienes una cantidad de moderada a alta de cetonas en la orina.

Si tus niveles de glucosa en la sangre son más altos que 240 mg/dl aunque hayas tomado la            insulina adicional que se recomienda cuando estas enfermo(a).

Si tomaste tus medicamentos para la diabetes y el azúcar en tu sangre se eleva a más de 240 mg/dl antes de comer y se mantiene alta durante más de 24 horas.

Si tienes síntomas de cetoacidosis y/o deshidratación como mucha sed y resequedad en la boca, dolor abdominal, dolor en el pecho y/o dificultad para respirar, si tu aliento tiene un olor a fruta, tienes la piel, los labios y la lengua secos.
Fuente: Vida y Salud.
Gráfico: estudiabetes.org

jueves, 15 de mayo de 2014

Guía rápida para saber qué hacer cuando tienes diabetes y te enfermas (Parte 1).

La diabetes es una condición que requiere que estés siempre prestando atención a tu dieta, para mantener tus niveles de glucosa en la sangre, dentro de los rangos considerados saludables. Pero cuando te enfermas, aunque sea de un leve resfriado, la diabetes necesita vigilarse más de cerca, pues el cuerpo reacciona para defenderse de la enfermedad y los niveles de tu glucosa o azúcar en la sangre pueden subir. Aquí te cuento, a grandes rasgos, qué debes hacer para evitar que tu diabetes se complique a causa de la enfermedad.

Resfriado, gripe, influenza, diarrea, vómito, fiebre. Estas palabras nos hacen pensar en enfermedad y cama. Pero cuando tienes diabetes y no te sientes bien, no basta sólo el reposo para recuperarte. Tienes que mantenerte alerta para controlar los niveles de azúcar o glucosa en la sangre, pues cuando te enfermas pueden elevarse de manera peligrosa.

Para evitar complicaciones con tu diabetes, incluyendo un coma diabético, debido a alguna enfermedad por leve que parezca, debes hacer un plan, para actuar antes de que la situación se agrave. También es importante que entiendas qué pasa en tu cuerpo y cómo ciertos medicamentos pueden alterar el control de tu glucosa en la sangre.

Cuando te enfermas, tu cuerpo libera algunas hormonas que ayudan a combatirla. Esto es ideal, pero también tiene efectos secundarios, que a una persona con diabetes le afectan: tus niveles de azúcar en la sangre se elevan, lo cual interfiere con el efecto que quiere lograr la insulina: bajar los niveles de azúcar o glucosa. Por eso, cuando estás enfermo(a) es más difícil mantener los niveles de glucosa en la sangre controlados. Es entonces cuando se pueden presentar complicaciones que varían dependiendo de si tienes diabetes tipo 1 o tipo 2.

Por ejemplo, si tienes diabetes tipo 1, podrías desarrollar cetoacidosis, una condición que ocurre cuando las células de tu cuerpo no reciben la glucosa que necesitan para producir energía. Entonces, tu cuerpo empieza a quemar grasa para obtener energía, lo cual produce un ácido llamado cetonas. Cuando tu cuerpo no tiene suficiente insulina, las cetonas, que se han acumulado en la sangre, salen en la orina y es una señal de alerta, ya que tu diabetes está tan descontrolada que indica que podrías entrar en coma.
Fuente: Vida y Salud.
Gráfico: revistamassalud.com

martes, 13 de mayo de 2014

Para controlar los niveles de glucosa en la sangre, desayuna bien (parte 2).

¿Qué información nueva encontró el estudio israelí?. Veamos. Los investigadores tomaron a 59 personas con diabetes tipo 2 y las dividieron en dos grupos que consumieron un desayuno fuerte y otro más ligero. El desayuno considerado fuerte, constituía aproximadamente un tercio del total de las calorías diarias, de las personas asignadas a ese grupo y también tenía un porcentaje mayor de las proteínas y de las grasas. En cambio, el desayuno más ligero contaba solamente un 12,5 por ciento del total de las calorías diarias.

Después de llevar este régimen durante unas 13 semanas, se encontró que los niveles de azúcar en la sangre y los de la presión arterial disminuyeron significativamente en el grupo del desayuno fuerte:

La reducción de la glucosa (el azúcar) en la sangre fue 3 veces mayor en este grupo, que en el grupo del desayuno ligero.

La reducción de la presión arterial fue incluso más significativa: 4 veces mayor en comparación a los niveles del grupo del desayuno ligero.

Los participantes de este grupo tuvieron menos hambre durante el día y pudieron controlar mejor el apetito. Los investigadores lo atribuyen a que un desayuno rico en proteínas ayuda a suprimir la grelina (la llamada "hormona del apetito").

Además, alrededor de un tercio de las personas que desayunaron fuerte, pudieron reducir la cantidad de medicamentos que necesitaban para controlar su glucosa en la sangre. En comparación, alrededor del 17 % de los pacientes que desayunaron ligero, tuvieron que aumentar las dosis de sus medicamentos mientras duró el estudio.

Los datos y las conclusiones del estudio hasta el momento se consideran preliminares (hasta que se publiquen en una revista aprobada por profesionales), pero corroboran, como mencionamos anteriormente, la evidencia que existe a favor del desayuno.

Si llevas una alimentación balanceada y tus niveles de glucosa en la sangre se mantienen controlados, sigue como hasta ahora. Pero si tus niveles de glucosa,  son erráticos y desayunas ligero e irregularmente, haz un esfuerzo por mejorar tu rutina. Desde luego, consulta con tu doctor acerca de cualquier cambio relacionado con tu régimen. Si te confunde la cuenta de calorías y cuales alimentos deberías incorporar a un desayuno más fuerte, te convendría consultar con un dietista registrado o un nutricionista calificado. No dejes el asunto para mañana y da el primer paso hoy mismo para que logres controlar mejor tu diabetes.
Fuente: Vida y Salud.
Gráfico: altonivel.com.mx

viernes, 9 de mayo de 2014

Para controlar los niveles de glucosa en la sangre, desayuna bien (Parte 1).

Un estudio israelí encontró que un desayuno fuerte, rico en proteínas y grasa, ayuda a los diabéticos tipo 2, a controlar mejor el apetito y los niveles del azúcar en la sangre.

Si eres de las personas que acostumbran a saltarse el desayuno, o a comer cualquier cosa para "contentar" al estómago, antes de salir de toda prisa, a cumplir las obligaciones del día, conviene que reconsideres tus hábitos y muy especialmente si padeces de diabetes tipo 2, si tienes pre-diabetes, o si quieres evitar la diabetes tipo 2 a toda costa.

En post anteriores he explicado la importancia de un buen desayuno para poder funcionar de forma óptima durante el día. Pero además, te he presentado varios estudios científicos que asocian el desayunar  regularmente con menor incidencia de diabetes, cuentas más bajas de colesterol y habilidad de controlar mejor el peso.

Pero si ya padeces de diabetes tipo 2, presta especial atención a esta nueva información presentada recientemente en la reunión anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes, realizada en Barcelona, España. Datos tomados de un estudio realizado en la Universidad Hebrea de Jerusalén, enseñan que un desayuno fuerte, que incluya alimentos ricos en proteína y grasa, podría ayudar a los diabéticos tipo 2, a controlar el apetito y los niveles de glucosa en la sangre.

Los investigadores basaron este estudio en investigaciones previas, que ya habían detectado los beneficios, de un desayuno nutritivo y regular.

Quienes desayunan regularmente, tienden a tener un índice de masa corporal (IMC) más bajo que quienes se lo saltan o no desayunan.

También disfrutan de niveles de azúcar en la sangre más bajo y utilizan la insulina de forma más eficiente.
Fuente: Vida y Salud.
Gráfico: redpacientes.com

lunes, 5 de mayo de 2014

¿Tienes diabetes?. Ten cuidado con tus pies (parte 2).

Mantenerlos limpios y secos. Lava tus pies a diario en agua tibia y con jabón suave. Sécalos con suavidad, sin rozar la piel fuertemente. Asegúrate especialmente de que la parte entre los dedos esté bien seca.

Usa una crema humectante en las partes ásperas. En las partes extremadamente secas como los talones, ponte una crema humectante para suavizar la piel. Pero evita que caiga crema entre los dedos.

Cuidado con las uñas. Corta tus uñas después de ducharte (bañarte), cuando están suaves. Córtalas con la forma del dedo y ten cuidado de no cortarte la piel o lastimarte con el cortauñas. Y jamás te cortes los callos solo, pide ayuda de un especialista, tu médico o un podólogo.

Ten cuidado con los zapatos. Por más que te gusten esos zapatos nuevos, no te lo pongas si te tallan o raspan. Hasta las ampollas más pequeñas pueden infectarse y complicarse. Por eso también debes tener cuidado con los zapatos que dejan al descubierto tus dedos y tus talones, con los tacones altos con puntas cerradas, o incluso cualquier zapato que tenga costuras internas que te puedan lastimar los pies.

No te olvides de las medias (calcetines). Trata de que no sean apretados y de que no tengan costuras incómodas. Y desde luego, cámbiatelas a diario.

Visita a tu médico. Hazlo frecuentemente y siempre pídele que te revise los pies. Y si encuentras alguna herida, ¡no esperes!. Llámalo de inmediato para que te ayude a controlar cualquier infección y a sanarla rápidamente. Cualquier espera puede ser peligrosa.

Tan pronto estos cuidados hagan parte de tu rutina diaria, después ni notarás el tiempo que le dedicas. Tus pies te lo agradecerán.
Fuente: Vida y Salud.
Gráfico: planetadiabetes.com